Cortar, filetear, coser, pulir y planchar son las palabras con las que crecieron Jhon y Deivid, los hijos de Odalis Rodríguez Gutiérrez, nuestra asociada homenajeada para esta edición. Ella, como una directora de orquesta, lleva el ritmo de cada máquina en su taller de confección para poder cumplirle a sus clientes con las entregas.
Hace 12 años, Odalis trabajaba en una fábrica de sudaderas ubicada en el sector de Boquerón, en la ciudad de Ibagué. Un día cualquiera, y con el mismo espíritu emprendedor que siempre la ha caracterizado, le comentó a quien era su jefe en ese momento que a ella le gustaría trabajar como independiente; a lo que su jefe le respondió: “Consígase una máquina, yo le puedo ir dando trabajo y así va empezando. Le puedo ir mandando clientela”. Odalis sintió esas palabras como si pisara a fondo el pedal de una cosedora nueva, solo que la cosedora era ella misma.
Al poco tiempo se consiguió su primera máquina y tal y como le había prometido su jefe, le dio muchos trabajos operativos. Pero, como la voluntad trabajadora de Odalis tiene mucho hilo, nuevamente fue donde su patrona y le preguntó cómo hacía ella para tener trabajo directo como proveedora con la fábrica. Su jefe le respondió con gran bondad: “Si quiere, yo le ayudo a conseguir otra máquina y usted nos va pagando”. Fue así como Odalis creó su propia empresa como proveedora.
Al inicio, la mayor parte del trabajo era haciendo camisas para dotación. Con el tiempo conoció a la Cooperartiva Prosperando donde, al escuchar al asesor, se dio cuenta de que quería hacer crecer su negocio y con Prosperando ella podría hacer realidad ese sueño.
Odalis había comenzado a trabajar como independiente en compañía de su madre y durante los últimos 9 años ha podido darle trabajo a sus hermanas, sobrinas e hijo gracias a los préstamos que la cooperativa le ha dado para compra de máquinas y materia prima.
Otro importante crédito que obtuvo se destinó a la compra de la casa donde también funciona su sede de trabajo. Para Odalis era muy importante poder estar pendiente de sus dos motores de vida, Jhon y Deivid. Es por esto que sus jornadas de trabajo se intercalan entre telas, hilos y deberes del hogar.
Cuando le preguntamos a Odalis sobre su homenaje, afirmó con vehemencia:
“Gracias a la puntualidad en mis pagos y aportes he podido conseguir más de 3 préstamos y darle trabajo a mi familia. Ahora he sido reconocida como un Asociado Excelente. Adicionalmente, he podido ayudar a otros a que también puedan volverse independientes, explicándoles que un negocio empieza poco a poco y, con la ayuda de Prosperando, mucho mejor”.